martes, 1 de febrero de 2011

Proyecto FGL

Este blog está dedicado a la novela gráfica sobre Federico García Lorca que acabé de escribir y dibujar a principios de este año.
En primer lugar tengo que hacer desde aquí una profunda genuflexión de respeto y agradecimiento al verdadero artífice de este proyecto, El Torres.
Sin su constante atención y su infinito conocimiento del medio, a parte de su labor pontificia entre Norma y este humilde dibujante, creo que nunca hubiera llegado a materializarse la obra que pronto tendrás en tus manos (espero).

Todo empezó en el verano del 2009, El Torres andaba buscándome un hueco en el mundo laboral, tratando de llevarme por el camino recto de los dibujantes serios, (ese gremio de profesionales que se salen de la bohemia) cuando de repente me llamó con la noticia de que en Norma buscaban a un dibujante granaíno con el que emprender el proyecto de una novela gráfica basada en la figura de Federico García Lorca. Tuve que levantarme del suelo y sacarme todo el cerumen del oído interno; había escuchado bien: Carlos, despierta y dibuja un cómic para Norma...

Me tomé el proyecto muy en serio y tras un par de salidas en falso, Norma aprobó la muestra que entregamos como propuesta inicial en diciembre de 2009. Lo siguiente que recuerdo es una sucesión de meses fríos y calientes, que pasaban a toda velocidad como en la peli "El Tiempo en sus manos" en los que trabajé, leí, escribí y dibujé más que nunca, con lentitud, mientras todo corría a cámara rápida a mi alrededor.

En un principio, El Torres escribiría el guión, pero mi carácter obsesivo, casi bipolar, por encontrar la perfección granaína, me llevó a discutir cada línea que el pobre Juan escribía y a incordiarle con el tono, la malafollá y mil detalles granaínos que él no estaba obligado a conocer... El Torres tuvo gran paciencia con mis neuras pero tras hacer y deshacer cada guión que me mandaba, se hartó de mí y a partir del segundo guión, yo me encargué de la parte literaria además del dibujo (pobre de mí).
Sin embargo, lejos de abandonarme, me procuró consejo, arbitrio y lucidez en momentos de locura mística en los que yo entraba en barrena cada vez que escribía un nuevo capítulo y gracias a su experiencia y saber estar, pudimos encauzar cada idea, cada línea y cada diálogo en el camino adecuado.

Al final, de un plazo estimado de seis meses, me pasé de pueblo y entregué todo el material terminado el día 4 de enero de 2011, poco más de un año después de empezar el trabajo.

Este blog me servirá de palestra en la que mostrar los rigores de la documentación literaria, enseñar bocetos, demostrar mi escasa habilidad estilística, confesar plagiomenajes (que los hay) y explicar el proceso de producción, dibujo y entintado (patrocinado por apple) que me ha llevado a consumir un año de mi vida.


Carlos Hernández